vineri, 21 octombrie 2011

San Marino




Capital de uno de los estados más pequeños del mundo, esta ciudad que parece haberse detenido en algún momento de la Historia, tiene mucho que ofrecer al mundo. 
Montada sobre el Titano, es dueña de los más espectaculares paisajes montañeses, y dignamente coronada por el castillo de San Marino y la torre de Montale, obra del siglo XIV, que, junto a las otras dos torres de Guaita y Cesta, constituían la defensa de la ciudad. 
Con aires medievales, sus estrechas callejuelas esconden sobrios edificios de piedra como el Ayuntamiento o Palazzo Pubblico y el de los Capitanes, La Catedral de San Francisco del siglo XV y la Puerta del mismo nombre que da acceso al centro histórico. Las plazas del Titan y la de Garivaldi, esta ultima con el monumento a Marino, fundador de la ciudad en el año 301. Varios museos y más de mil boutiques se esparcen por la pequeña población ofreciendo maravillas al visitante. 
Patrimonio Histórico de la Humanidad desde el 2008,  San Marino es mucho mas que un sitio de paso enclavado en plena Europa. Un lugar donde todavía se puede percibir el ya raro sentido de patriotismo y orgullo por las tradiciones.





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