Una maravilla arquitectónica de Mexico digna de admirar es el imponente acueducto de la ciudad de Querétaro, que lleva el título de ser la obra urbana del país más importante del siglo XVIII y que goza del orgullo de los habitantes de este hermoso lugar.
El origen de Querétaro data del año 1726, cuando por orden de Don Juan Antonio de Urrutia y Arana, Marqués de la Villa del Villar del Águila se comenzó a levantar esta significativa construcción de 1280 metros de longitud.
Una de las razones principales de la edificación del acueducto de Querétaro se debe a la contaminación de los ríos que provocó la muerte de varios de sus pobladores de la zona y por esto se decidió traer agua para terminar con las enfermedades intestinales que azotaban a esta región de Querétaro.
Su espléndida estructura cuenta con 74 arcos de un máximo de 23 metros de altura que transportan agua suficiente para alimentar a diez fuentes públicas y sesenta privadas en distintos puntos de la ciudad. El acueducto de Querétaro fue financiado por el Marqués en el 66,5% de la obra y el resto fue aportado por donaciones de los habitantes. Si bien fue terminado en su totalidad en el año 1738, el agua escasamente llegó en 1733 y dos años después alcanzó la caja de agua en la plazoleta de la Cruz para luego ser distribuida, sobreviviendo a los años para convertirse en un símbolo de la ciudad.
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